*Descubren arbitrariedades en el PT de la familia Aguilar.
*Adriana Terrazas con un pie fuera de Morena.
*Pide el INE a los adelantados bajar su publicidad.
*En Ojinaga los bazancistas no quieren a Ivón Salazar.
*Morenistas se organizan contra políticas de Brighite.
De acuerdo a los que gustan opinar, el Partido del Trabajo de Rubén Aguilar, atraviesa por la crisis más severa jamás vivida: con la renuncia de su diputada Jael Argüelles Díaz, se quedan sin representación en el Congreso del Estado.
Y es que a decir por ella misma, tanto la legisladora como su compañera Deyanira Ozaeta, fueron víctimas de amenazas y agresiones verbales por parte de las hijas de Aguilar Jiménez.
El problema es serio desde el ángulo que se quiera ver. Las diputadas del PT, ahora en las filas de Morena, aseguran que los Aguilar les comenzaron a exigir la donación de la mitad de su sueldo, para que ingresen a los gastos de ese partido político, sin tomarse en cuenta que para ello reciben las prerrogativas del Instituto Estatal Electoral.
De acuerdo a lo que trascendió, el problema no es propio de las legisladoras Ozaeta y Argüelles, ni es nuevo. Esta medida de extorsionar a sus representantes en todos los niveles, desde regidor hasta diputado federal, no es actual. Son varios, por no decir que todos, los que se han quejado por la innecesaria medida de Don Rubén para exigirles le entreguen al PT la mitad de su sueldo, cuando en los demás partidos políticos no pasa del 5% la donación “voluntaria por cuotas”.
El problema pudiera ser mayor en la medida que se vayan descubriendo más anomalías. Recientemente comenzó a circular un video por redes sociales, donde ponen en evidencia estos y otros problemas que se cometen dentro del Partido del Trabajo, hoy sin registro.
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La reelecta presidenta del Congreso del Estado, Adriana Terrazas Porras, tiene un pie fuera del partido que hace un año le dio cobijo.
Ha trascendido hacia el interior de Morena, que no están de acuerdo con la forma como la expriista se ha conducido. Su situación ha pasado a manos de la Comisión de Justicia donde le preparan una carpeta con elementos suficientes para votar su expulsión.
Y es que el problema entre la juarense Adriana Terrazas y sus 10 compañeros de bancada, se originó desde el momento en que se posicionó para ser presidenta para el segundo año de ejercicio legislativo, molestia que creció en días pasados cuando fue reelecta a propuesta desde Palacio de Gobierno y avalada por las fracciones parlamentarias del PAN y PRI.
De acuerdo a declaraciones públicas del coordinador parlamentario y de la dirigencia estatal de Morena, Terrazas Porras no representa los intereses de su partido político dado que obedece instrucciones que provienen desde la oficina de la titular del Ejecutivo y en cambio desobedece a su dirigencia estatal.
Y es que a decir de varios, los mandones están en justificada razón para recriminarle a Adriana Terrazas su actuar, ya que no ha sido institucional ni ha tomado el parecer de los mandones guindas, por ello hoy se encuentra ante una situación de indisciplina.
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Finalmente la Junta Local del Instituto Nacional Electoral, decidió actuar contra el descontrol publicitario que varios aspirantes a los diversos puestos de elección popular están haciendo: violentar las leyes en la materia.
El primero en provocar este desorden, según se sabe, es el diputado local panista Luis Aguilar quien a costa de lo que sea quiere atravesársele a Mario Vázquez para ser el candidato al Senado, en tanto que la última que no se quiso quedar atrás, fue la secretaria de Innovación y Economía María Angélica “Manque” Granados Trespalacios, quien apenas este jueves contrató sus espectaculares.
De lo que ya se sabe, es que el próximo jueves 7 del presente mes, comienza formalmente el proceso electoral 2024 y para esa fecha, sin excepción de alguna, todos, panistas y morenos, deberán bajar su publicidad a expensas de sufrir alguna sanción administrativa y multas a sus respectivos partidos políticos por permitir actos anticipados de campaña.
Y es que a decir de varios, el árbitro electoral se había tardado en emitir un pronunciamiento y poner un alto. Son más los panistas que los de Morena a quienes se les ve en los espectaculares de las grandes ciudades y por carreteras.
Sin embargo el caso podría también exigir los gastos que se han hecho al respecto, misma cantidad que les sería contabilizada a los candidatos una vez que comience su proselitismo político.
LAS PICOSITAS…
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Los agarrones en el PRI de Ojinaga están a todo lo que da; juran que son todos contra todos. Los grupos contrarios a Omar Bazán, se pusieron a operar para no permitir que el actual presidente municipal Andrés Ramos de Anda, de simpatía panista, pero oportunista con las siglas del PRI, se vaya a reelegir.
Y es que a decir de varios, Ramos no es un político de tradición, ni sabe hablar, ni sabe operar, ni sabe hacer grupo, lo único que ha sabido es trabajar sin rumbo ni visión; por ello, para los bazancistas esto es suficiente para buscar la reelección, pero antes, saben, deberán enfrentarse al exalcalde Miguel Carreón y a la diputada local Ivón Salazar, quienes también quieren la principal silla de la alcaldía.
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Hacia el interior de Morena, surgió un grupo disidente contra las políticas de la dirigente estatal Brighite Granados, ya que desde que asumió la presidencia no ha tomado en cuenta la participación de toda la militancia para diseñar las estrategias electorales 2024, de ahí, que el Colectivo Comité Base, que dirige Gerardo Villalba Sánchez, evidenció la falta de interés de su líder para agruparlos.
Este nuevo problema para Granados, le será una piedrita en el zapato si no cambia su política y se vuelve más incluyente. La advertencia ahí está.