Por: MG
Era la mañana del 19 de septiembre de 1985. En la ciudad de México, los habitantes se preparaban para irse a sus trabajos, escuelas o iniciar alguna actividad en casa. En algunos lugares también estaba a punto de realizarse el cambio de turno, como en hospitales y algunos otros sitios donde las puertas están abiertas las 24 horas del día para brindar atención a quien lo necesite.
Doña Mary, dio desayuno a su esposo e hijos y los despidió en la puerta con un beso apresurado en la frente y la frase de “váyanse rápido para que no les cierren la puerta de la escuela. Que les vaya bien, nos vemos más tarde”. Se fue a la cocina y desde ahí escuchaba las noticias en la televisión. De pronto, todo se empezó a mover.
(Video cortesía de Televisa)
Eran las 7: 19 cuando comenzó a sentirse el sismo que después se supo, había sido magnitud 8.1 en la escala Richter. Lo siguiente fue derrumbe de casas y edificios, gente atrapada, desaparecidos, muertos, rescatados. Un recuento de terror que duró muchos días y aunque oficialmente se manejo la cifra de 3,700 muertos, la Cruz Roja dijo que habían sido más de 10,000 y el testimonio de personas que jamás encontraron a su ser querido, informan que fueron muchísimas más las victimas de esa fatal fecha.
Al paso de los días, cuando ya casi se tenía perdida toda esperanza de rescatar a personas con vida de entre los escombros, sucedió un milagro. De entre los restos de lo que fue un hospital, se escucho el llanto de un bebe. Horas después, lograron rescatar a varios recién nacidos.
32 AÑOS DESPUES SE REPITIÓ LA HISTORIA.
El 19 de septiembre, pero del 2017, mientras se hacían simulacros de evacuación en caso de sismos, se presentó otro sismo fuerte. Cuando sonaron las alarmas sísmicas, la gente pensó que era parte del simulacro, pero no, era un sismo real. La gente corrió por las calles para ponerse a salvo mientras los edificios se movían al compás del fenómeno natural que alcanzo 7.1 en escala de Richter.
(Video cortesía de Televisa)
Hubo consecuencias fatales, pero no tan fuertes como las sucedidas 32 años antes, durante el terremoto del 85.
Desde entonces, la gente tiene pavor cada vez que se acerca el 19 de septiembre.

 
                        